Villaviciosa de Odón fue uno de los primeros espacios donde se creó champán en España, a iniciativa de Francisco de Campuzano. También ha sido cuna para las primeras fresas galas, que luego triunfaron en Aranjuez, y espacio fértil para productos hortofrutícolas.
En 1836, el ministro plenipotenciario español en Francia, el villaodonés Joaquín Francisco de Campuzano, quedó embriagado con este vino que marcaba tendencia en París. Cuando regresó a Madrid, plantó en una finca familiar de las fértiles tierras de Villaviciosa de Odón cepas compradas en Reims.
El resultado fue un magnífico caldo espumoso, pionero en España que se presentó en la Exposición Nacional de Agricultura celebrada de Madrid de 1857, representando al municipio. Mostraba este vino blanco espumoso elaborado según el método «champenoise». No fue el único que hizo esta presentación pues también concurrió al convite el barón de Quatre Torres, que presentó el segundo cava creado en nuestro país. No obstante, Campuzano obtuvo el máximo galardón que le acreditaba como mejor champán español.
Hoy en día, solo tenemos constancia de la existencia de una pequeña explotación familiar que produce vino de uva tempranillo de buena calidad en el límite sur del término municipal, en la finca Pinares Llanos.
No es el único producto galo que prosperó en el municipio, pues el cronista Antonio Ponz narró a finales del siglo XVIII cómo Felipe V promovió la plantación de fresas francesas en sus tierras junto al castillo de Odón. Allí , donde tiempo después su hijo Fernando VI pasaría sus últimos días, se producían junto a espárragos y legumbres. Ponz destacaba los varios plantíos de huertas del municipio «en que se coge muy esquisita fruta, y las fresas lo son con particularidad«.
Las fresas se consumían en las mesas de toda la nobleza española y fueron las semillas de estas las que se llevaron a Aranjuez. Desde esa centuria, el pueblo se consideraba un vergel en el que se cultivaba todo tipo de productos como peras, higos, guindas, olivas, bellotas y hortalizas, así como se obtenían otros productos como leñas, yerbas y productos de secano (trigo, cebada, centeno, avena, algarroba, garbanzos y guisantes).
