Transcurrida la primera mitad del año 2015, llega el momento de hacer balance y conocer la situación del mercado inmobiliario y la recuperación de la construcción. Una recuperación que comenzó a mediados de 2014 y que durante este año está registrando un aumento significativo a pesar de la inestabilidad política que siempre traen consigo los años electorales.
Este aumento de la construcción durante el primer trimestre de 2015 ha sido superior en la construcción no residencial frente a la de la vivienda y especialmente significativa en el incremento del empleo en el sector de la construcción, según refleja la Encuesta de Población Activa del primer trimestre, con un aumento interanual del empleo del 12,58%.
Otro importante indicativo de este crecimiento es el aumento de las ventas que ha tenido lugar al proporcionar las entidades financieras un mayor acceso al crédito y unos tipos de interés más bajos. También se ha incrementado la realización de nuevas infraestructuras, algo habitual en años electorales.
Superada la peor etapa de la crisis económica, el cambio de ciclo supondrá que la construcción vuelva a ser parte del motor económico del país aunque en proporciones muy inferiores a las de la época de la burbuja inmobiliaria. El sector debe crecer para hacer frente a la demanda real de infraestructura y vivienda, crecer por encima de estas necesidades podría llevar a una nueva burbuja que en nada beneficiaría a ninguno de los actores de este mercado.
Es necesario que el sector de la construcción crezca al mismo ritmo que la demanda y hacerlo en las zonas en las que el mercado se haya consolidado y ya se estén produciendo ventas de viviendas y otros activos no residenciales. Es la forma de crear un mercado sostenible y eficaz, y evitar volver a sufrir retrocesos como los de la pasada recesión que supusieron un grave impacto para la economía española.