Hipoteca de interés fijo o variable

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Uno de los grandes dilemas a los que tenemos que enfrentarnos en el momento de firmar una hipoteca es en el tipo de interés que queremos escoger. Como sabes, son dos los tipos entre los que podemos escoger: de interés fijo o de interés variable. Sin embargo, pese a que la elección puede no parecer demasiado complicada, la realidad es que de esta elección dependerá, en gran medida, nuestra capacidad adquisitiva en un futuro. 

Las hipotecas de interés fijo nos pueden proporcionar un extra de tranquilidad, puesto que desde el primer momento vamos a conocer cuál es la cantidad que vamos a tener que afrontar cada mes. Sin embargo, no ocurre lo mismo con las hipotecas de interés variable. En este caso siempre estaremos sujetos a las oscilaciones del valor de referencia para las hipotecas, el Euribor. ¿Qué es mejor?

 

Hipotecas de interés fijo, sus ventajas

Una de las principales ventajas que se derivan de optar por las hipotecas de interés fijo es que, como ya hemos comentado, en todo momento vamos a ser conscientes del importe que vamos a tener que pagar el tiempo que dure la hipoteca. En este sentido, si conseguimos un interés muy bajo, podremos aprovecharnos el resto de nuestra vida de los beneficios que nos puede proporcionar ese tipo de interés. 

Por otro lado, es importante que conozcas que en la negociación las hipotecas de interés fijo son mucho más sencillas de conseguir, puesto que no están determinadas ni condicionadas por factores externos. Además, especialmente en los casos en los que cumplamos con los requisitos de la hipoteca de manera muy justa, debido a nuestro nivel de ingresos o de renta, este tipo de hipotecas nos permitirán que el banco confíe en nosotros en el momento de adjudicarnos la cantidad solicitada.

Además, el futuro que se espera de este tipo de productos financieros comienza a ser bastante esperanzador. Pese a que hace algunos años no existía una gran oferta de hipotecas fijas, por los que no había una gran competencia en este mercado, actualmente no ocurre lo mismo. Cada vez son más los bancos que ofrecen ofertas muy atractivas y que han convertido a este producto en uno de los más demandados. Con las ventajas que ello puede suponer para todos los interesados. 

 

¿Y qué ocurre con el interés variable?

La caída de los tipos de interés que azotan nuestra economía desde el mes de marzo de 2016 ha convertido a las hipotecas de interés variable en todavía más atractivas de lo que lo eran hace algunos años. En este sentido, con el Euribor ubicado en los valores negativos de la escala, endeudarse con un tipo de interés variable va adquiriendo cada vez mayor notoriedad.

Sin embargo, si algo hemos aprendido de la última crisis económica que sufrimos en toda Europa hace no mucho, es que la economía es cíclica. Y, por tanto, del mismo modo que en el año 2008 el Euribor se situó en valores cercanos al 5% y muchas familias se vieron ahogadas por el pago de sus cuotas, es una realidad que puede volver a azotar a nuestra realidad de nuevo. 

Especialmente en los casos en los que valoremos hipotecas a largo plazo, es importante tener en cuenta que tenemos que estar muy convencidos de lo que estamos firmando y de las decisiones que estamos llevando a cabo, puesto que éstas serán irreversibles y nos afectarán de manera directa durante la duración del contrato firmado.

En este sentido, es muy importante contar con un asesoramiento especializado y experto, que nos permite conocer a fondo la realidad a la que nos vamos a tener que enfrentar y cuál va a ser la mejor decisión que podamos tomar de acuerdo a nuestras necesidades.

 

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