Situación típica. Ves una promoción de Venta de chalets; Te llama la atención, te gusta el vecindario, los servicios y el diseño arquitectónico. Contactas la constructora o agencia promotora de todo inicialmente y le haces las preguntas que te plantean dudas acerca de si esta es la compra que debes hacer tu futura casa. Estás de acuerdo con el precio, pero… es oír la palabra hipoteca y espantarte. “¿Son justas las cláusulas?” “¿Los intereses están bien o son muy altos?” “¿A cuántos años debo hipotecarme?” “¿Me darán el préstamo hipotecario con mis condiciones laborables actuales o las de mi pareja?” No te preocupes, es normal que te surjan estas y cien mil preguntas más. Contratar una hipoteca es una decisión importante y que requiere ser sopesada, estudiada y contrastada con profesionales del sector hipotecario bancario.
Trámites que necesitarás realizar
Por este motivo, unas de las cosas más importantes a la hora de plantearte la hipoteca son ser metódico y llevar a cabo una serie de trámites, con el objetivo de conseguir las mejores condiciones posibles.
En primer lugar, una de las técnicas para conseguir las cláusulas más deseables es la comparación: confrontar las diferentes opciones ofrecidas por los bancos. Concretamente en España, a pesar de la crisis económica de los últimos años, hay más de una veintena de cajas de ahorros y una decena de bancos, por lo que las opciones son amplias.
El primer elemento en el que tenemos que fijarnos es el tipo de interés, ya que será en base a este el cálculo de la cuota de nuestra futura hipoteca. De este modo, puede variar entre fijo (inmutable) o variable (el más frecuente). En el caso de que sea variable, hay que precisar que a él se sumará el valor del Euribor, por lo que cuanto más bajo se encuentre este, mejor. Aunque es un factor que varía en función del tiempo, por lo que no se puede hacer una estimación a largo plazo. Asimismo, también hay que conocer la existencia o no de un interés fijo inicial. Esto significa que, en un principio, la hipoteca tiene un interés fijo; pero, después, pasaría a ser variable. Este hecho puede ser confuso, pues un fijo inicial bajo puede suponer un aumento a posteriori del variable. ¡Ojo! Por último, en lo que a intereses se refiere, rechaza cualquier tipo de cláusula de suelo, en la medida de lo posible. En caso contrario, esta no debería superar, en ningún caso, el 2,5 % (ya que, de este modo, no podríamos beneficiarnos de las bajadas del Euribor anteriormente comentadas).
En segundo lugar, el porcentaje de financiación. Este factor es muy importante, dado que puede limitar nuestras opciones hipotecarias. ¿Por qué? Muy simple: la mayor parte de las hipotecas permite financiar hasta un 80 % del precio total del inmueble. Sin embargo, en el caso de que necesitáramos financiar un porcentaje mayor, las ofertas se verían limitadas. Hipotecas destinadas a jóvenes, por ejemplo.
Para finalizar, el último punto sobre el que negociaremos para conseguir las mejores condiciones hipotecarias: las comisiones. Este es un punto clave, pues resulta uno de los factores que permiten una mayor negociación o el tanteo con el banco. De este modo, las comisiones más usuales son las que se cargan por apertura, cancelación precoz, novación o subrogación. ¡Ten en cuenta que puedes presionar un poco!
Con estas pequeñas ideas, ¡seguro que consigues la mejor hipoteca para esa promoción de viviendas!