A día de hoy, nadie ignora que el precio de la luz es cada vez mayor y no parece que vaya a disminuir en un futuro cercano.
De hecho, en el 2017 los hogares españoles notaron una subida de casi el 10%, y en 2018 no va a ser diferente, habiendo subido un 2,5% en este primer trimestre del año.
El incremento del precio, es algo inevitable, pero sí hay algunos métodos para poder reducir la factura de la luz considerablemente.
Antes de la crisis, más del 90% de los hogares de España podían permitirse pagar las facturas de la luz y nadie se paraba a mirar si necesitaba verdaderamente toda la potencia que tenía contratada.
Pues bien, más de la mitad de los contratos de luz actuales disponen de una potencia superior a la necesaria en una vivienda familiar. Es más: tendrían potencia para abastecer el doble de lo necesario.
Si por el contrario, sabes que tienes más potencia contratada de la necesaria, pero tienes miedo a un apagón, por un pico de consumo más elevado de lo contratado, puedes reducir el uso de los electrodomésticos. Por ejemplo no poner lavavajillas y lavadora a la vez.
Las empresas eléctricas conocen de primera mano las dificultades de muchas familias para pagar las facturas, especialmente la de la luz.
Por esta razón han implantado unas tarifas planas, en las que, por ejemplo tienes dos horas al día de luz gratis, que puedes aprovechar para planchar, pasar el aspirador o poner una lavadora, siendo bastante elevado el ahorro obtenido mensualmente.
Quizás pienses que ya estás ahorrando por no dejar los electrodomésticos en stand-by. Pero hay acciones que realizas a diario y no tienes en cuenta, que pueden incrementar el consumo de la luz.