El certificado energético se debe de realizar en todas las viviendas, tanto si se va a vender como si se va a alquilar, para realizar una certificación energética el inspector tendrá en cuenta ciertas cosas de la casa que a priori no serían las más evidentes pero las cuales son muy importantes para poder hacer un certificado.
No se fija en los electrodomésticos, ni en la domótica ni en el alumbrado de la casa, tiene en cuenta la orientación de vivienda, la calidad de las puertas y las ventanas, la calefacción y el aire acondicionado.
¿Cuáles son los datos que se valoran en este certificado? La fachada de la vivienda y la altura de esta. También es importante el patrón de sombras: el certificador tendrá en cuenta las sombras que se crean sobre el edificio es decir, comprueba si delante del edificio hay algún objeto que le de sombra como árboles o edificios vecinos; de esto dependerá que la temperatura fluctúe dependiendo de la época del año en el que se encuentre. La orientación de la casa es muy importante para determinar la temperatura que se puede recoger en la casa.
Otro factor son las mediciones de la casa: las viviendas más grandes necesitaran más calor o más frío para obtener la temperatura adecuada dependiendo de la estación, por lo que se mide la casa para saber cuántos metros hay y también se comprueban los cerramientos de las ventanas. Las instalaciones son importantes para conocer los factores que influyen en la pérdida o la ganancia de energía en la vivienda, por eso se revisan la calefacción, el aire acondicionado y la fuente que se usa para obtener agua caliente.
Cuando se han hecho todas las mediciones oportunas de todas las partes anteriormente dichas, el técnico realizará gracias a un programa informático un cálculo de la energía que necesita esa vivienda, o la que pierde por un mal uso de los espacios. El técnico llevará el informe al registro de la comunidad autónoma oportuna y de allí hará otro con las mejoras que cree oportunas para esa casa en concreto.
Los certificados energeticos sirven para saber la cantidad de CO2 emitidos y la demanda energética que necesita la vivienda. Según dicen los expertos, siguiendo las recomendaciones de los técnicos, podríamos ahorrar alrededor de unos 400 euros al año, y podríamos reducir el consumo de calefacción de refrigeración hasta en un cuarenta por ciento.
España suspende en certificación energética: somos uno de los países con más viviendas energéticamente ineficientes. Esto conllevaría que los propietarios realizen las mejoras que el técnico les indicara pero no es así: solo el uno por ciento de las personas con un certificado energético negativo hace estas mejoras. Es por esto que consumimos mucha más energía de la que deberíamos.
Las claves para conseguir un buen ahorro energético son sencillas, solo bastaría con tener en cuenta que las ventanas son las entradas adecuadas para el frío y también las salidas adecuadas; es decir por las ventanas es por donde más energía perdemos, por lo que es esencial que el cierre de estas este en perfectas condiciones y de no ser posible cambiarlas por el coste que supone (por ejemplo, instalar unas contraventanas suele ser una buena solución).
Una casa con un buen certificado energético es mucho más acogedora ya que mantiene la temperatura adecuada a cada estación por lo que es más sencillo sentirse bien, a gusto, cómodo.
Al igual que miramos que la lavadora o la nevera tengan una calificación energética buena, deberíamos de exigir que las casa también la tuvieran.