El repunte del mercado de la vivienda durante 2015 al que apuntan todas las previsiones se consolidará durante 2016 y 2017, dando por finalizada una crisis que ha durado 7 años.
Los factores de los que depende la demanda de la vivienda son demográficos y sociales. Factores demográficos como los cambios en la estructura familiar que puede aumentar o disminuir la cantidad de viviendas demandadas. El nivel de renta, el paro o la financiación hipotecaria son factores económicos que determinan también la variación de la demanda.
Estamos ante un aumento de la demanda de viviendas que se debe principalmente a:
Este aumento aunque positivo para el mercado inmobiliario, no es definitivo, es decir, no volveremos a la situación anterior a la crisis económica a corto ni medio plazo. Muchos de los factores económicos necesarios para el aumento de la demanda de viviendas como el nivel de la renta o el paro, son todavía factores negativos para consolidar un crecimiento mayor.
La mejora del empleo será clave para que la economía del país y el mercado inmobiliario puedan alcanzar de nuevo el esplendor.