Todo lo que debes saber si estás pensando en comprar una segunda vivienda

segunda vivienda

Si estás pensando en aprovechar que tienes unos ahorros guardados y quieres invertir en propiedades comprándote una segunda vivienda, te contamos en este post todo lo que debes saber antes de formalizar la compra.

 

¿Para qué quiero la casa?

Antes que nada tendremos que tener muy claro el objetivo. Se trata de un cambio importante en nuestra vida y, por ello, como con cualquier otro, tendremos que saber qué se esconde detrás de ese deseo.

Si la queremos de retiro de escapada de fin de semana, tendremos que tener en cuenta el poco tiempo que dispondremos. Así pues una casa que nos obligue a viajar muchas horas para llegar a ella, no nos saldría rentable.

Si buscamos una casa para retirarnos a ella en vacaciones o cuando nos den la jubilación, tendremos que elegir un sitio que nos agrade. Además, si se trata de retiro para pensionistas, será importante comprobar que tenga un centro de salud cercano o, como plan B, se puede optar por un piso tutelado.

Si queremos esa segunda vivienda para alquilarla, tendremos que hacer una investigación del mercado para averiguar si tendremos suficiente demanda de propiedades que alquilar para que la compra nos salga rentable.

Este tipo de viviendas se tendrán que encontrar en sitios de interés y que además tengan facilidad de acceso, transporte público, paradas de autobuses o aeropuertos cercanos. O si queremos alquilarla durante todo el año, que sean viviendas en grandes ciudades.

 

¿De qué está rodeada la vivienda?

Si estamos interesados en comprar una vivienda, lo ideal sería que investigáramos el tipo de vecindario que tendremos.

Podremos hacer investigación nosotros mismos charlando con los vecinos, preguntarles sobre todas las épocas del año, etc. Podremos ir a pasar un tiempo de más de un mes para averiguar si nos podremos adaptar a ese lugar.

 

¿De cuánto dinero dispongo?

Una vez visto el objetivo y elegida la zona, tendremos que ver el presupuesto del que disponemos. Este variará si vamos a pedir una rehipoteca a la vivienda principal o si vamos a comprar la vivienda en efectivo.

Ver si la propiedad elegida necesitará reformas entra también dentro del presupuesto inicial, a menos que queramos esa propiedad para reformarla por nosotros mismos.  También variará si la queremos para usarla de alquiler, pues tendremos que tener cubierto al menos medio año de alquiler.

Otra opción que tenemos a la hora de comprar son las propiedades compartidas, compartir el poder adquisitivo entre familiares o amigos y dividir los costes de reforma y mantenimiento. Después sólo quedará apalabrar su uso o el reparto del alquiler.

 

¿Qué más cosas adicionales debo saber?

Una vez tenemos los tres puntos anteriores claros, nuestra búsqueda se volverá mucho más sencilla y precisa. El siguiente punto será decidir si le vamos a comprar la propiedad a particulares, inmobiliarias, promotoras o bancos.

Tendremos, además, que comprobar las condiciones del préstamo o de la subrogación de la hipoteca. Si somos compradores podemos pedir directamente una hipoteca nueva.

Una vez decidido eso, llega el proceso de las visitas a las diferentes viviendas que coinciden con nuestros criterios.

Ya pactado todo, tendremos que firmar el contrato de arras, que se trata de una “señal” económica para sellar el pacto. Si anulamos nosotros la compra perderemos ese dinero y si lo anula el vendedor tendrá que pagarnos el doble de lo aportado.

Por último llega la firma de la escritura: hacer frente a los gastos de la operación de compraventa (dónde queda especificado que gastos asume el vendedor y cuales el comprador).

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